La pandemia por el COVID-19 ha marcado de manera determinante nuestra manera de concebir el mundo, para empresas y organizaciones, la transformación digital se ha convertido en el tema central de su evolución y supervivencia, acelerando este proceso de manera vertiginosa, pues ante los estragos de la crisis económica, la adaptación de nuevas formas de pensamiento y la definición de un rumbo con miras a una nueva normalidad, hoy más que nunca, es de vital importancia lograr que los equipos trabajen como una sola entidad.
Un equipo donde exista apoyo, es decir, cooperación y reciprocidad en el intercambio de información, habilidades y recursos enfocados al logro de objetivos que signifique un beneficio mutuo para todos los individuos, para la organización y lo más importante, para el cliente.
En este contexto, las empresas se preparan para un retorno de actividades bajo nuevos esquemas geográficos y entornos diversos, pues el retorno presencial de todos los integrantes de una organización a las oficinas se dará de forma paulatina, aunque no cabe duda, que el teletrabajo llegó para adaptarse como una nueva normalidad a la cultura organizacional de las empresas.
La tecnología de colaboración y la adaptación rápida ante los nuevos escenarios, aunado a la realización de las mejores prácticas del trabajo en equipo ayudarán a las empresas a atravesar de manera segura la interesante senda hacia su propia evolución para formar parte de un futuro tecnológico que ya se hizo presente.
En este articulo encontrarás una guía para ayudar a tu equipo a mejorar la dinámica interpersonal, lo que proporciona resultados más satisfactorios. Se incluyó información de un grupo diverso de miembros de un equipo real, desde directores ejecutivos hasta periodistas galardonados y atletas olímpicos dan ejemplo de cómo alcanzar la excelencia.
El trabajo en equipo saludable empieza con un claro propósito del equipo o el significado compartido que mantiene a los equipos centrados, alineados, con un alto desempeño y satisfechos.
Un propósito claro del equipo es la fundación de equipos productivos y es el mejor lugar para que un equipo enfoque sus primeros esfuerzos.
UNA ASPIRACIÓN, NO UNA MÉTRICA Se parece menos a: «Este es el impacto que podemos causar en nuestros KPI y resultados».Y más a: «Este es el impacto que queremos causar en el mundo».
El propósito del equipo proporciona alineación y claridad. Cuando el propósito de un equipo está claro, es aceptado por todos y se siente auténtico, cada integrante del equipo tendrá un sentido de la autonomía y de la acción para tomar decisiones y actuar por cuenta propia, con la certeza de que el equipo en su conjunto estará alineado. Esto ayuda al equipo a mantenerse centrado, obtener mejores resultados y estar más satisfecho.
Un equipo con un sentido de la identidad colectiva fuerte tiene un sentido de pertenencia compartido que genera cohesión y lo ayuda a trabajar en unión.
Pero, cómo hacerlo, a continuación, un ejemplo: Caryl Stern es presidenta y CEO de UNICEF EE. UU. Su equipo adoptó un conjunto de valores que sirve como plan de desarrollo y exige a los miembros del equipo que rindan cuentas unos a otros del importante trabajo que están haciendo. Es decir, realización un plan de desarrollo basado en valores.
A falta de identidad colectiva, un equipo carece de un sentido de conciencia del equipo que ayuda a sus miembros a vincularse como una entidad. Esto puede llevar a una distancia entre los miembros del equipo que puede desmotivar su participación.
La conciencia y la inclusión proporcionan una comprensión de uno mismo y de los demás que permite a los equipos transitar las dinámicas interpersonales. También pueden mejorar la capacidad del equipo para participar en una tensión constructiva. A continuación, tres niveles de conciencia, que pueden abordar más fácilmente las dinámicas interpersonales.
Autoconciencia: Es la capacidad de reconocer las emociones propias, además de comprender el motivo de su origen. Cuánto más conocemos el origen de nuestros sentimientos, mejor podremos reaccionar de forma productiva y pedir lo que necesitamos.
Conciencia conjunta: Es la capacidad de sentir las emociones de los demás y reconocer el impacto que las acciones propias tienen en otros.
Es el primer paso para ser empáticos. Por ejemplo, si sabes que un miembro del equipo no puede concentrarse porque la música está muy fuerte, practica la conciencia conjunta poniéndote auriculares.
Conciencia situacional: Es tomar en cuenta no sólo a uno mismo y a los compañeros de equipo, sino el contexto en el que se encuentran. Por ejemplo, si es necesario conversar con un compañero de equipo acerca de problemas de desempeño, es probable que sea mejor hacerlo en privado para no desestabilizar al resto del equipo.
El ciclo virtuoso de la confianza y la vulnerabilidad establece la seguridad psicológica en un equipo. Los miembros del equipo que se sienten seguros pueden asumir mejores riesgos interpersonales.
Esto les permite poner toda su esencia en el trabajo y, a su vez, prepara la escena para que las ideas innovadoras florezcan. Cuando los equipos establecen confianza y se dan permiso para ser vulnerables, todos se sienten más seguros y cómodos al asumir riesgos para servir al equipo. Genera confianza para que los miembros del equipo se sientan seguros asumiendo riesgos.
Fernando García es el director creativo adjunto de Oscar de la Renta. Su equipo produce su mejor trabajo cuando los diseñadores se sienten seguros aportando sus ideas más locas y estrafalarias. Esto solo sucede cuando experimentan un fuerte sentido de seguridad psicológica, que se establece a través de la práctica de un ciclo continuo de vulnerabilidad y confianza.
No hay respuestas correctas a la hora de definir una estrategia, todo es parte de la colaboración necesaria para llegar a algo importante y así lo deben sentir todos los miembros de un equipo.
En el centro de simulación médica INOVA, los médicos residentes se entrenan para situaciones de crisis de vida o muerte. Maybelle Kou, la directora del programa, siente que es importante que los médicos aprendan en un ambiente en el que pueden cometer errores sin temor a repercusiones porque cree que la mejor manera de aprender es sin miedo. También invita a médicos experimentados para que hablen con los residente y compartan con ellos sobre momentos vulnerables en los que cometieron errores.
Un equipo que carece de un ciclo constante de confianza y vulnerabilidad no es capaz de aprovechar todo el potencial de sus miembros. Cuando los miembros de un equipo no se sienten seguros compartiendo sus opiniones por miedo a recibir juicios u hostilidad, se abstienen de participar plenamente, lo cual afecta negativamente a la calidad del trabajo colectivo del equipo.
Perspectivas diversas: Cuando se aprovechan adecuadamente, las distintas perspectivas, son fundamentales para la innovación. Estas perspectivas pueden provenir de la diversidad de pensamiento, las experiencias, la etnicidad, el temperamento, el rol, el género y más. La tensión constructiva es la fuerza productiva que emerge cuando se permite que distintas perspectivas puedan desarrollarse bajo condiciones saludables. El contrapeso es la tensión destructiva, que es la fuerza negativa que emerge cuando la diversidad choca en condiciones poco saludables.
Permite innovación y progreso: La tensión constructiva es una fuerza productiva. Cuando los miembros de un equipo se sienten seguros contribuyendo abiertamente con sus diversas perspectivas y conjuntos de habilidades, el equipo puede innovar y progresar de maneras que no serían posibles con una mentalidad limitada y singular.
Educar a través de la adopción de diversidad En muchas secciones de la Escuela de Negocios de Harvard, se diseñan las clases para que sean tan diversas como posible. Se cree que los estudiantes con diferentes perspectivas que se cuestionan mutuamente es una de las mejores maneras de profundizar el entendimiento de un tema y promueve nuevas formas de pensar. Cuando un equipo tiene una dinámica poco saludable, la tensión se convierte en una fuerza destructiva con el potencial de desintegrar al equipo.